DEFENSAS Y CABELLO
Las clapas o alopecia areata son una manifestación de lo que los médicos llamamos autoinmunidad, una enfermedad autoinmunitaria.
Las enfermedades de las propias defensas son aquéllas en las que el organismo actúa contra una parte de sí mismo, provocando la disfunción de la parte atacada.
La más frecuente y conocida de todas es la tiroiditis o destrucción de la glándula tiroides por parte de las propias defensas (anticuerpos) de la persona.
En las clapas, las defensas de la persona, por un mecanismo desencadenante desconocido, relacionado o no con el estrés, actúan selectivamente contra una parte de la raíz del cabello allá donde se encuentra el pigmento del mismo, provocando la caída del mismo de forma súbita.
No es necesario ser médico para entender que el tratamiento de estas enfermedades es muy complejo.
El descubrimiento del tipo de tratamiento que podría ser adecuado para esta enfermedad se realizó de forma casual, como a menudo ocurre en medicina. Una persona con alopecia areata de larga evolución e insuficiencia renal fue sometida a trasplante de riñón.
Para evitar el rechazo del órgano trasplantado, el paciente fue sometido a lo que se conoce como inmunosupresión, es decir, se le suprimieron transitoriamente las defensas para evitar que éstas rechazasen el órgano trasplantado. Durante este tratamiento, el nefrólogo pudo observar cómo este paciente, al mismo tiempo que "aceptaba" su nuevo órgano, se repobló de sus clapas.
Es evidente que someter a los pacientes con clapas a un tratamiento inmunosupresor resulta "un poco" excesivo como solución a un problema que, en sí, es meramente estético.
